Volver a Chinandega después de 30 años en el extranjero

Volver a Chinandega después de 30 años en el extranjero

Por la difícil situación económica de mi familia y con apenas 14 años originario del reparto estela de Chinandega en la salida hacia Guasable mis sueños no se podían cumplir pues en la escuela lo que me podía ocupar era un buscar un oficio o ir a cortar algodón, enlistarme en el ejército o emigrar eran las tres tristes opciones de mi corta vida en Nicaragua, entonces analice una noche que quería ser algo más y decidí irme donde una tía en Managua en el barrio la Luz.

Ya tenía más ambiciones pues mis primos tenían bicicletas chopper y patines en donde jugaban en las calles, era el mayor de 4 hermanos, mi padre era jornalero y mi madre costurera, ya estando ahí le pedí al esposo de mi tía que me llevara a California, Don Roque López sonrió y me hizo una sola pregunta, porque quieres irte lejos tus papas te mandaron para que estudies una carrera técnica, y le conteste pues quiero ser el bastión de cambio de mi familia mis padres creen que voy resolver muchas cosas allá en Chinandega con ser técnico en electricidad, entonces mi tía hablo con mi mama y gracias a este gran hombre me apoyo, claro todo era prestado con réditos, ya tanda en USA, me llevo la sorpresa de mi vida que aquel ilustre señor era un lustrador de zapatos en un casinos y claro en Nicaragua sus dólares valían mucho, sus hijos tenían todo, casa, juegos, y buenos zapatos.

Ya estando montado en el burro me dijo bueno aquí estamos y la suerte te acompaña hay un puesto libre, un salvadoreño lo agarro la migra lo deportaron voy hablar con el manager del casino, y estando ahí mis sueños se habían hundido a lo profundo.

Pero como Nicaragüense que soy me dije yo no voy ir mas para arriba pues no estudie y voy hacer esto con las mejor de las ganas, a poco menos de 3 meses ya tenía mis clientes pues aprendí a lustrar y los clientes me buscaban y recibía propinas de hasta 10 dólares por lustrada, entonces así había pasado 15 años lustrando y enviando remesas a mi familia, mi padre ya estaba enfermo de los riñones y no trabajaba a mi madre le monte un taller de vestiditos bordados que llegaban los Salvadoreños a comprarles por docena, ahí ya mi jefa se sentía realizada pero tenía algo más que hacer y era mis tres hermanos.

Ellos me lloraban diciendo quiero irme pero solo uno cuando esta sabe lo que es el trabajo, el frio y las miradas de indiferencias que recibimos los latinos, pero era más fuerte mis ganas de hacer crecer a mi familia, mis hermanos se bachilleraron en La Salle de león y me recuerdo que al año siguiente me pidieron estudiar ingeniería industrial en la Uní.

Entonces les dije que iba hacer un esfuerzo grande y les rente una casa en un barrio cerca de donde mi tía, son buena rama se iban a pie para ahorrar el pasaje, pero uno de ellos se enamoró y salió casándose al segundo año, bueno a ese tuvo que trabajar en un restaurante de pollos y ahí seguía dando consejos y enviando remesas para los dos menores ellos me llenaron de orgullo cuando me enviaron fotos de su graduación como ingenieros industriales y hoy me lleno de mucha ver como ellos han hecho grandes obras en mi amada Chinandega, no hace mucho en 2010 me decido volver a mi patria de sorpresa y fue cuando llegue y mire grandes cambios  que me asombraron, agarre un microbús para Chinandega y al llegar me topo con la construcción de la rotonda pero más lleno de dicha pasar por a pocos metros y ver a un joven con casco dirigiendo la obra y al ver su rostro lo reconocí, les juro llore pero emoción de ver como mi esfuerzo valió la pena, y hoy al final sigo en mí mismo trabajo a mis 44 años no gano mal pues los que vienen al casino dan buenas propinas pero mi orgullo son mis hijos,,,, que diga mis hermanos que supieron aprovechar mi esfuerzo. Hoy por hoy digo que mi Chinandega es una tierra prospera y productiva, hay tantas industrias el puerto mejor acoplado de Nicaragua, y agradezco a la vida por haber permitido aportar a dos grandes personas que hoy por hoy levantan mi natal departamento. Viva Chinandega.