Volver a Nicaragua después de muchos años en el extranjero es algo que no se puede describir con palabras menos con emociones, a muchos cuando van llegando a Managua y miran el Lago de Xolotlan, Laguna de Xiloa, se empieza sentir una emoción única, a muchos le salen lagrimas, a otros risas, pero hay algo una conexión de volver a la tierra de lagos y volcanes.

Volar a Managua desde varios paises lleva tiempo, debe comprar boletos con tiempo, y prepararse para el viaje un viaje que donde es imposible no ir a comer baho a Masaya, sopa de mondongo a Masatepe y es algo que no deja de hacer visitar el Mirador de Catarina, comprar artesanías, desayunar el gallo pinto con maduro frito y crema eso es volver a Nicaragua, ver a nuestros hijos como han crecido y sobre todo cambiado, saber que somos el pilar fuerte de nuestra familia, por que los que nos vamos y nos ausentamos escogemos estar largo para dar un mejor futuro, ver como nuestros hijos dominan las nuevas tecnologías, se comunican de mejor manera, y claro ver una casa construida es un sueño cumplido que nuestras familias tengan un techo y una cama donde no mojarse, por eso volver a Nicaragua y ver los frutos del sacrificio no tiene precios, ya que muchos de los que estamos en el Norte o en Europa es duro sobrevivimos para que los nuestros vivan de forma decente y no falte un plato de comida en la mesa.