El negocio de vender mangos en los semáforos en Managua

El negocio de vender mangos en los semáforos en Managua

Hoy conoceremos una historia de un amigo que siempre nos vende la bolsita de mango en el semáforo de la Róbelo en carretera Norte. Él nos narra que tiene 25 años y que este negocio de vender mangos tiene sus pro y sus contras pues cuando llueve es un bajón terrible, todos los vehículos pasan con los vidrios cerrados y eso afecta mucho, pero cuando está el Sol, todo mundo compra mangos y agua helada entonces es variable hay ganancias para todos, Roger nos narra como que su día comienza desde las 5am pues es un trabajo en equipo por mesa en donde cada mesa tiene 3 vendedores y 2 dos que pelan el mango y lo empacan y el negocio funciona así, muy de mañana llegan camionetas que nos venden los mangos, por la tarde y se empieza la venda desde las 6 y 10 am que empiezan a circular los carros y son 1 o 2 bolsitas mangos y así se desvacia mas rápido la pana en donde alcanzan 20 bolsas, el truco es ponerle la pana muy cerca del conductor y más cuando son mujeres no se detienen ante la tentación de verlos frescos y bien cortados que siempre van acompañados de vinagre y sal.

Este negocio me permite vivir pues yo vendo 3 panas o 4 durante el día eso me hace una venta total de C$800 córdobas pero claro no todo es mío llevamos cuentas claras y lo que se vende al final se reparte entre todos en partes iguales, aquí somos honestos con nosotros mismos, cada día nos encomendamos al señor e iniciamos con la mejor actitud.

Aquí me quede ya tengo 7 años de vender magos, mamones, jocotes, agua helada y naranjas, pues desde que me bachillere encontraba trabajos con bajos ingresos, no pasaba de C$4 mil córdobas al mes en las zonas francas, un primo me trajo aquí y me daba algo de pena pero al ver que los primeros meses ganaba el doble de la zona me gusto, hay que tener mucho cuidado pues los vehículos pasan muy rápidos en horas que no hay mucho tráfico y ya han golpeado a  varios vendedores, aquí he comprado mis electrodomésticos y he reparado la casa de mi mama aquí en el barrio las torres me siento orgulloso de llevar el pan de cada a mis dos hijos y mandarlos bien alimentados al colegio comprarles sus útiles, claro aquí no hay vacaciones ni días libres si no vengo un día no gano pero en veces me tomo los jueves para llevar a mis pequeños al Paseo Xolotlan que no hay mucha gente y disfrutan los juegos sólitos se dan gustos corriendo y saltando ellos dos, también ahorro un poco pues pienso darle un mejor futuro a mis chateles, quiero verlos en la universidad para que tengan algo mejor con que defenderse no quiero que sigan mi vida, al final es duro cargar una pana por 10 horas pero siento que Dios me bendijo con este trabajo y siento que estoy dando a mis hijos una oportunidad de superarse así que gracias por leerme y los espero en los semáforos de la Róbelo  y les digo ya tan saliendo la naranja dulce a 10 varitas.